Los misterios y el encanto de la Selva Negra...









Época de viaje: Primavera (Europea)
Tipo de viaje: Organizado


Esta vez mi destino es la misteriosa “Selva Negra” de la que se habla mucho para destacar su maravilloso encanto natural y sus bellísimas y típicas construcciones en madera. La “Selva Negra” o “Schwarzwald” (en Alemán), se encuentra ubicada al suroeste en Alemania, cerca de la frontera Suiza y Francesa, por lo cual es relativamente fácil pasar de un país a otro y conocer también mucha de la mezcla de estas culturas, que no se ve solamente en las costumbres, sino en el idioma y la gastronomía.

El viaje lo hicimos todo por tierra desde Barcelona (España), atravesando Francia hasta llegar a la frontera con Alemania. He de decir que fue un viaje realmente pesado a pesar que estoy acostumbrada a viajar por tierra. Sin embargo, se puede llegar a esta región también en avión para los que no son amantes de las incomodidades de un viaje en bus y paradas cada 3 horas....


Empecemos pues

Día 1: Este día llegamos a las 11 am bastante cansados del viaje, dejamos las maletas en el hotel y nos disponemos inmediatamente a aprovechar el día. Contrariamente a lo usual por estas fechas (que es mucha humedad, cielo encapotado y lluvia), el cielo se presenta azul y despejado, pero aunque brilla el sol, hace bastante frio y viento, por lo cual los abrigos y polares siguen siendo indispensables, así como el calzado cómodo, en preferencia tenis o botas de montaña, aunque lo importante en realidad es que se puedan mantener los pies calientes.


El hotel estaba localizado cerca al pueblo de Titisee (Alemania), lo cual resultó bastante céntrico y cómodo a la hora de desplazarse a los demás sitios que visitamos (ya describiré el pueblo de Titisee mas adelante).

He de decir que lo más aconsejable para poder visitar esta zona a gusto es contar con un medio de transporte propio (en nuestro caso teníamos el bus, pero si no, el alquiler de un coche vendría bastante bien), ya que eso da más libertad de movimientos y permite conocer más lugares, sin tener que estar supeditado al transporte público. Y es que en esta zona los pueblos son tan pequeños y separados entre sí, que la verdad es que queda más cómodo poder desplazarse a voluntad para que rinda más el tiempo que se tenga disponible.

Partimos entonces hacia el pueblo de Titisee para almorzar en un restaurante local, reponiendo así las fuerzas para las excursiones de la tarde. El restaurante es bastante típico y muy bonito. La comida fue deliciosa, pero lo que todos esperábamos ansiosos era el postre, ya que ese día comeríamos la famosa “tarta de la selva negra” la cual es muy típica del lugar y está elaborada con crema, chocolate, licor de cereza y frutas procedentes del bosque 
De más está decir que la devoramos con mucho gusto, y contrario a lo que puede parecer no es muy dulce…estaba perfecta!


Ya con el estómago lleno nos dirigimos ahora a las cascadas de Triberg (Triberger Wasserfäll), que con sus 163 mts de caída son consideradas las más altas de Alemania. 

El bus nos sube hasta la parte más alta de la montaña para que nosotros solo tengamos que bajar. Empezamos pues la caminata (con ropa de montaña). El paseo es de un nivel de dificultad bajo (otra cosa seria si hubiésemos tenido que subir también) y es muy fácil poder llegar a observar las cascadas sin problemas ni resuellos.





Las cascadas no tienen mucho caudal en esta época (dicen que en verano es mayor), sin embargo el paisaje da para hacer muchas y bonitas fotos de este espectáculo natural.


Luego de que ya hemos descendido a nuestro ritmo, subimos nuevamente al bus y nos dirigimos a ver una de las atracciones emblemáticas de la selva negra…uno de los relojes cu-cu más grande del mundo (obviamente ellos también tienen el más grande, pero ese está en otro pueblo y lo veremos después).


El canto del cu-cu de este reloj es realmente esperado por muchos turistas (no solo por nosotros), pero lamentablemente nos informan que el mecanismo del cu-cu está dañado, por lo cual el cu-cu no sale ni canta. Todos nos sentimos muy decepcionados ya que lo único que sucede al dar la hora en punto (aunque también sucede al dar la hora y media) es que salen varias parejas con el traje típico de la selva negra bailando al ritmo de la música…pero del cu-cu ni el asomo.



Los alemanes de la Selva Negra sienten verdadera fascinación por los relojes de cu-cu y su fabricación ha sido una tradición familiar que ha pasado de generación en generación. 









Se puede ver un arte realmente esplendido al contemplar estos maravillosos relojes..he aquí algunas muestras




Los relojes son hermosamente tallados  a mano y tienen numerosos tamaños y formas. Los precios varían claro está de acuerdo a estas características. Son muchas las personas que se acercan a esta región nada más por hacerse con uno de sus famosos relojes.

Luego de observar los relojes, nos dirigimos a la parte de atrás del sitio para realizar una pequeña caminata por la Selva Negra. El nivel de dificultad también es bajo aunque esta vez vamos en subida. Hay unas cascadas muy bonitas que nos acompañan durante todo el recorrido, así como puentes de madera que unen las orillas del río. Se respira un aire muy limpio en este lugar y la verdad da mucho gusto hacer esta caminata sin agobios.




Después de este contacto con la naturaleza nos encaminamos nuevamente hasta nuestro transporte. Son aproximadamente las 7pm, pero aun el día está claro. Nos dirigimos al hotel con el fin de cenar y descansar un poco, ya que ha sido un día bastante ajetreado.

Cabe mencionar que en Alemania, los horarios de almuerzos y cenas son diferentes a los de España, ellos almuerzan más temprano (12 a 1 pm) y comen también más temprano (7-8 pm), por lo tanto, si no quieres quedarte sin cenar tienes que darte prisa!!

Lo otro a tener en cuenta es que este lugar es poco apto para la marcha nocturna, la gente se recoge bastante temprano y no queda un alma por las calles…los comercios abren durante toda la tarde ininterrumpidamente (sin espacio para la siesta) pero cierran invariablemente a las 6 pm así que lo que quieras comprar deberá ser antes de esa hora y si te gusta la juerga…creo que este no será tu lugar.


Día 2: Hoy salimos con destino a Friburgo, conocida como la capital de la Selva Negra. Hace también un día espléndido como el anterior, así que vamos a aprovecharlo!!!

De camino pasamos por el “Valle del Infierno”, el cual es en realidad un conjunto muy apretado de montañas, la carretera discurre hoy en día justo por el medio de uno de sus barrancos, atravesándolo, sin embargo, hay que mencionar que hasta el siglo XVII se consideraban los 9 kilómetros del Höllental (Valle del infierno) como intransitables, y solo a partir del siglo XVIII se pudo acceder a esta por un camino de mercancías y de correo


En la parte más angosta de este barranco, en uno de sus picos rocosos se puede ver la una estatua de un venado de bronce (aquí en la foto), la leyenda dice que el venado estaba corriendo para escapar del cazador, llegó al barranco y lo saltó de un brinco llegando airosamente al otro lado (lugar donde está la estatua), el cazador no tuvo tanta suerte ya que pensó salvar el obstáculo pero no alcanzó a llegar al otro lado, razón por la cual, en otro de los picos se alza una cruz en su conmemoración.


Friburgo  se encuentra al sudoeste de Baden-Wurtemberg, al sudeste de la cuenca del Rin superior y al oeste de la Selva Negra. Nos disponemos a conocer su casco antiguo y nos llaman la atención una serie de canales de agua que van paralelos a las calles. Nos cuentan que esos canales se vienen utilizando desde la época antigua para el abastecimiento de agua en la ciudad y que actualmente son una de las atracciones turísticas de Friburgo. 


También existe una “leyenda urbana” acerca de estos delgados hilos de agua: Dicen que si un “hombre” (no aplica para las mujeres) mete el pie accidentalmente dentro del curso del agua significa que va a casarse con una chica del lugar….y bueno…habrá quien meta ahí el pie no tan “accidentalmente”…


Luego de la anécdota, nos dirigimos a la catedral de la ciudad, la cual está construida en un claro estilo gótico con 116 mts de altura.











El almuerzo de hoy trae consigo otro postre especial: “La tarta de miel“ también muy típica de la Selva negra.


Ya en la tarde recorremos distintos puntos de la ciudad y podemos observar:

La puerta de Martin:



Y otros comercios y curiosidades locales


















Día 3: A eso de las 9 am y con el cielo azul y despejado nos encaminamos a la frontera con Suiza con el fin de llegar hasta las cataratas más grandes de Europa Central: Las cataratas del Rhin “Rhinefalls”.

















Las cataratas Tienen 150 metros de anchura y 23 m de altura y se encuentran en el curso del Alto Rin, entre los municipios de Neuhausen am Rheinfall y Laufen-Uhwiesen, cerca de la ciudad de Schaffhausen, en el norte de Suiza









El sitio es bastante amplio y hay multitud de plataformas desde las cuales se pueden observar las cataratas. También hay pequeños barcos que te llevan hasta la misma caída de agua…pero con el clima tan frío que hacia desistimos de esta “mojada” experiencia.


Muchos intentamos comprar algunos souvenirs, pero los precios en el lugar eran bastante “venenosos”…por lo cual tuvimos que desistir




Ya en la tarde, pasamos nuevamente la frontera hacia Alemania para tomar el almuerzo!! 

Hoy el almuerzo trae consigo otro postre especial: “La tarta de Manzanas silvestres“. También tomamos una sopa muy típica hecha a base de carne y legumbres..ideal para el frio!!





Luego de algunas cervecitas y de probar el famoso aguardiente local, nos encaminamos al Lago Constanza, el cual es la frontera natural entre Alemania, Suiza y Austria.



El río Rin entra en el lago por el sur (Austria) y sale por el oeste, marcando la frontera entre Alemania y Suiza.



Constanza es la ciudad más grande con vistas al lago y es donde estuvimos la mayoría de la tarde. En su puerto pudimos observar esta curiosa estatua giratoria a la que llaman “La  Imperia”, la cual tiene 9 m de altura,  pesa 18 toneladas  y representa a una dama de la “vida alegre” que lleva en una de sus manos una imagen de un emperador y en la otra una imagen que representa a un papa…lo que aún no se sabe es si son los verdaderos personajes reales de la época o si son una “personificación” de lo “mundano y lo divino”…así que cada cual que lo interprete a su gusto…


Ya en la plaza principal también pudimos observar una fuente llena de curiosas estatuillas adosadas y una de un caballo extraño de ocho patas




Y también pudimos observar su catedral



y otros puntos de interés


El resto del día lo pasamos vagando por sus calles, visitando sus comercios, comiendo los ricos pasteles de azúcar con mermelada dentro…. En fin, disfrutando de un hermoso soleado día, aunque con un poco más de viento de lo usual.



Ya en la noche y como de costumbre…volvimos al hotel antes de las 8 pm y antes de que nuestros hospederos se “arrancasen los cabellos” por lo tarde que tenían que servirnos la cena…


Día 4: El dia de hoy hicimos una bellísima excursión a Estrasburgo que queda pasando la frontera Francesa.  El día es nuevamente estupendo y más soleado y caluroso que los anteriores.



Estrasburgo es la capital de la Alsacia al este de Francia. Su centro histórico está declarado Patrimonio Unesco de la Humanidad desde 1988 y su actividad turística es muy intensa


Nos dirigimos al casco antiguo, el cual está rodeado por un círculo de agua que lo delimita. Hay una serie de barcos que hacen este recorrido fluvial, aunque la verdad como no lo hicimos no sabría decir el precio. Nosotros entramos directamente por el barrio que llaman “La petit France” que es muy bonito con sus casas con travesaños de madera



Luego nos dirigimos a la catedral de Notre Dame, la cual a mi parecer es la más bonita y alta que vimos en todo el recorrido. Se trata de la cuarta iglesia del mundo en altura y un ornamentado ejemplo de la arquitectura gótica del siglo XV



Tuvimos el resto de la mañana para pasear por sus calles y visitar sus comercios. Hay infinidad de pastelerías con las cosas más ricas que te puedas imaginar (obviamente no pudimos resistirnos y nos compramos unos cuantos pasteles). 



Ya a la hora del almuerzo, nos deleitamos en un puesto callejero con una deliciosa salchicha extra grande con patatas fritas…y cervecita…



Esta visita la recomiendo muchísimo, ya que la ciudad vale la pena verla y es muy bonita e histórica



En la tarde, volvimos a nuestro bus y nos dirigimos al pueblo de Schonach en donde se puede ver el que fue hasta hace poco el reloj de cu-cu más grande del mundo (ahora es el segundo más grande del mundo)


También pasamos por al lado de una tienda que vende relojes de cu-cu, en la pequeña localidad de Niederwasser, en donde se encuentra también un gran reloj de cuco, teníamos la esperanza de por fin ver el cu-cu…pero la mala suerte estaba de nuestro lado…el mecanismo también estaba dañado…así que ni cu-cu ni nada…







Luego de tanto cu-cu fallido nos dirigimos al hermoso pueblo de Gengenbach, el cual ostenta el título de tener la “calle más hermosa de Alemania”. 




Así que nos dirigimos allí a pie, y nos adentramos en el “Callejón del Angel” a partir del cual empiezan a salir unas hermosas fachadas de casas típicas con entramados de madera que parecen como de cuento. Es realmente hermoso de verdad ya que parece que te estas adentrando en algún tiempo remoto y que por ahí te va a salir un príncipe o una princesa en cualquier momento…


Algo que si es raro es que uno puede pasear por allí, hacer fotos, hablar alto y demás y nadie se asoma a las ventanas. Los Alemanes tal parece que no gustasen de los visitantes y nos ignoran totalmente…


El casco antiguo de este pueblo es pequeñito y se recorre en un abrir y cerrar de ojos, aunque la verdad es que cada lugar es fotografiable. Es realmente encantador!!


Algo que nos llamó mucho la atención fueron varios puestos de fruta, en donde no había absolutamente nadie. Solo las bolsas del producto, un escaparate con el precio y una hucha. Nos explican que aquí todavía este estilo de intercambio es muy tradicional, se dejan los productos frescos y el comprador solo debe escoger la bolsa que le guste y dejar el precio en la hucha.


Es totalmente un “asunto de confianza”. El vendedor confía que quien quiera que tome el producto, dejará el valor convenido en la hucha. Yo por mi parte tomo un paquete de hermosas manzanas campestres y dejo el valor en la hucha..eso si..muy sorprendida de que esto sea realidad todavía en el mundo moderno…y que la gente aun pueda “suponer” la honestidad de las personas que visitan el tenderete…algo más para recordar!!..

Y para finalizar el día otro cu-cu!!!…llegamos a Schonachbach en donde por un euro salían el cu-cu y los bailarines. Esta vez el mecanismo estaba perfecto, así que pudimos por fin!!!ver el cu-cu..


Y luego, vimos en directo el que hoy mismo es el “reloj de cu-cu más grande del mundo”


Este reloj que ostenta el record Guinness tardó cinco años en construirse y su mecanismo pesa un total de 6 toneladas. Se puede visitar por dentro aunque lo más interesante es esperar fuera para ver cantar al cu-cu de cuatro metros y medio.

El cu-cu asoma cada vez que es la hora en punto, así que es importante acercarse en ese momento para verlo salir de su casita y cantar “cucu”. Cuando nosotros fuimos efectivamente salió el pajarillo dorado (pajarote más bien,..porque era grandísimo!!!)..y con esto la visita quedó “completa”!!

Ya para terminar este día nos dirigimos a una de las estaciones de esquí de la zona, en donde se pueden ver las pistas y los puntos panorámicos…yo no me lanzaría de allí ni en un millón de años!!




Día 5: El día de hoy ya amanece nublado y con una ligera llovizna…se han acabado nuestros días soleados!!! 


Pero aun así, sé que tuvimos mucha suerte de tener tantos buenos días seguidos en una estación en que esto no es lo usual.





Así que con chubasquero incluido y sobrillas nos encaminamos al pueblo de Titisee que queda a 10 minutos en autobús (media hora andando desde el hotel). Titisee (que significa Lago Titi) es un pequeño pueblo (como todos los que hay desperdigados por esta región) ubicado al sur de la Selva Negra Alemana el cual se recorre fácilmente en media mañana.



Tiene eso sí, muchísimas tiendas con cantidades enormes de souvenirs de todos los precios que son las delicias de los turistas!! Si buscas y rebuscas bien, puedes encontrar cosas bastante bien de precio…incluidos los famosos reloj “cucu” muy típicos de la zona.



Y también  puedes encontrar los sobreros “Bollenhut”, los cuales hacen parte del traje típico de la Selva Negra y que tienen borlas rojas para las mujeres solteras y borlas negras para las casadas (se supone que esta era la forma en que los hombres podían diferenciar a las mujeres solteras de las casadas y no ir a cometer una equivocación!!)


El principal atractivo del pueblo es el Lago Titisee que es bastante grande y al cual llega mucho afluente de turismo en todas las épocas del año.

En esta época que es más bien fría y con bastante viento, el lago se puede navegar en pequeñas embarcaciones turísticas adaptadas para ello (hay embarcaciones abiertas y cerradas, para ser usadas dependiendo del clima). En verano, el lago cambia y se vuelve una playa turística donde la gente nada y se divierte. En las cercanías del lago hay varios hoteles de todos los precios, hay unos bastante lujosos con vistas al lago y otros más normales y todoterreno (como el nuestro, que es muy básico, especial para mochileros).



Salimos en el bus de vuelta a Barcelona a eso de las 3pm. Para un total de 5 días, hemos conocido lo más emblemático de la Selva Negra y nos hemos ido encantados con el lugar!! 

Fascinados con la inmensidad y belleza del paisaje, las hectáreas cubiertas por el lecho verdoso de diferentes colores, la pureza del aire, el contacto con la naturaleza. El clima que hemos tenido no pudo ser mejor y estamos realmente muy agradecidos de haber tenido la oportunidad de conocer este bello rincón de Alemania con un clima tan agradable...hubiese sido todo tan diferente si hubiese llovido!!

La gastronomía del lugar es deliciosa y recomiendo probar de todo (sobre todo los postres)!!!...aunque los aguardientes si con cierta moderación..jajajaj. Debo decir también que los Alemanes que hay por esos sitios (sobre todo en los pequeños pueblos de los que se compone la Selva Negra) no hablan/entienden nada de Español y a lo sumo hablan/entienden el ingles (esto principalmente en los sitios muy turísticos o en los comercios de souvenirs)...de resto...pérdidas...con decir que con el propietario del hotel nos comunicábamos con mímica y papelitos donde él escribía los precios.....pero bueno...todo hace parte de la aventura!!
  

El Hostal que utilizamos en este viaje fue:




Hasta la próxima

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